El Estado Argentino se sumó al compromiso de la ONU, y designó al Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS) como Secretaría de estado, dependiente de la Presidencia de Nación, para coordinar los esfuerzos de implementación de la Agenda 2030 y las metas de los ODS en el país.
El CNCPS trabajó con todos los ministerios y organismos competentes del Estado, conformando la Comisión Nacional Interinstitucional de Implementación y Seguimiento de los ODS. Se adaptaron las metas de los ODS al contexto nacional y se seleccionaron los indicadores de seguimiento con sus fichas técnicas correspondientes. Del resultado de ese ejercicio, la Argentina reconoció como prioritarias 82 de las 169 metas de la ONU, que se reflejan en el documento “Metas e indicadores”2.
Como parte del resultado de estos años de trabajo se confeccionó un “Informe País” en 2017, y una actualización en 2018, respecto de los avances argentinos hacia el logro de los ODS1.
Por otro lado, el CNCPS viene acompañando a los gobiernos provinciales en la adaptación de las metas a las realidades locales, brindando herramientas que orienten el trabajo de los equipos técnicos provinciales para el logro de los ODS. Hasta el momento, 20 son las jurisdicciones que han adherido al convenio (Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y Tucumán). Vale destacar que en la mayoría de ellas, petroleras o no, la cadena de valor de la industria se encuentra presente. Alcanzar las metas requiere de políticas y acciones locales, en sinergia con políticas y acciones en el ámbito nacional.
En su “Informe de Gestión ODS Argentina 2018”, el CNCPS reconoce que “el alcance de las metas de los ODS requiere respuestas multinivel y multiactorales (gobiernos nacional, provinciales y municipales, ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, sector privado y sector académico), así como también esfuerzos concertados de políticas públicas para un desarrollo sostenido, inclusivo y en armonía con el medio ambiente, basado en el enfoque de derechos. La implementación y seguimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus ODS requiere, por lo tanto, la concurrencia de actores estatales, de la sociedad civil y del sector empresario privado”3.
En pos de fortalecer los vínculos para la implementación de la Agenda 2030 con el sector privado, el CNCPS participó además en numerosos encuentros multisectoriales. En este sentido, y para el desarrollo de la presente Hoja de Ruta, se contó con la contribución de este organismo.
1El presente resumen se desarrolló en función de los documentos publicados por el CNCPS: Informe País Argentina 2018, Informe de Gestión 2018, Documento Técnico I: Proceso de Adaptación Nacional de las metas de los ODS (2018). Para mayor información www.odsargentina.gob.ar
2https://www.odsargentina.gob.ar/public/documentos/seccion_publicaciones/ods/metas_en_indicadores__para_web_.pdf
3El link al informe es https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe-ods-todo.pdf
LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO
Y EL GAS Y LOS ODS
La matriz argentina, rica en gas natural, y escasa en carbón, permite al país contar con una importante oferta de energía baja en carbono, cuyo desarrollo y exportación podría contribuir con el desarrollo de otros paises tambien.
De acuerdo al “World Energy Outlook 2018” de la AIE (Agencia Internacional de Energía), la industria de los hidrocarburos abastece a alrededor del 54% del consumo total a nivel mundial. Asimismo, las principales agencias de energía estiman un constante aumento de la demanda global de alrededor de 35% a 2050.
Según IPIECA, el gas natural está experimentando un crecimiento más veloz que el petróleo y el carbón. Para 2035 habrá desplazado al carbón como la segunda fuente más importante de energía del globo1.
Se estima que solo el Upstream del petróleo y del gas invertirá US$ 700 mil millones por año hasta 2040 para ayudar a satisfacer la demanda mundial de energía; tres cuartos de esto, por parte de países no pertenecientes a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Si se consideran también las inversiones en refinación y transporte, la industria invertirá US$ 22,8 mil millones en los próximos 25 años2.
En la matriz energética argentina, los hidrocarburos representan el 86% de la energía primaria3 que se consume. El gas representa el 52% mientras que el petróleo el 34%. El 14% restante de la demanda es abastecida por la energía hidráulica, la nuclear y otras renovables, y sólo el 1% con carbón.
En este contexto, el país ha encaminado la diversificación de su matriz energética, en base a sus abundantes recursos renovables, aun así los escenarios energéticos4 elaborados por diferentes instituciones nacionales, prevén que hacia 2040, independientemente del alcance de la penetración de las energías renovables, la demanda de gas será mayor que la actual.
La Argentina cuenta con abundantes recursos de gas natural y de petróleo en formaciones no convencionales5. La Agencia de Información de Energía de Estados Unidos estima unos 802 TCF de recursos de shale gas y unos 27.000 millones de barriles de shale oil6.
La Formación Vaca Muerta, rica en shale gas y shale oil, es el recurso no convencional más importante de la Argentina. Se estiman unos 308 TCF de recursos de gas natural. Hasta la fecha (septiembre de 2019) se han perforado unos 1300 pozos con objetivo Vaca Muerta, desde el inicio de su exploración, en 2010.
Los hidrocarburos no convencionales (shale y tight) representan hoy aproximadamente el 45% de la producción de gas natural del país y el 20% de la producción de petróleo.
La industria de los hidrocarburos perfora cada año en la Argentina alrededor de mil nuevos pozos. Desde el primer descubrimiento, en 1907, se han perforado unos 73.000.
Por su parte, el sistema de transporte de gas de la Argentina, operado por dos licenciatarias, tiene un alcance de 20.178 kilómetros de gasoductos y 53 plantas compresoras, una extensión equivalente a la que existe entre Buenos Aires y Pekin, o a la mitad de la circunferencia de la Tierra.
A su vez, nueve empresas distribuidoras suministran gas natural a unos 8,5 millones de usuarios en el país, lo que representa alrededor del 65% de la población con acceso al servicio.
Entre los grandes usuarios de gas natural, el sector de transporte y distribución abastece a las industrias frigorífica, aceitera, de bebidas, alimenticia, textil, del cuero, maderera, celulósica-papelera, destileria, petroquímica, química, del caucho y del plástico, de cristalería, del cemento, siderúrgica, metalúrgica ferrosa y no ferrosa, y automotriz.
El sector hidrocarburos contribuye con la mayor parte de la generación eléctrica, aportando el 65% del total de la matriz, en especial a través del gas natural. Un 27,5% corresponde al aporte de las centrales hidroeléctricas y el resto se divide entre energía nuclear y renovables.
En cuanto a su impacto económico, el sector del gas y del petróleo, en toda su cadena de valor, representa el 3,8% del total del valor agregado bruto generado por la economía argentina.
El sector tiene una incidencia promedio del 15,9% del valor agregado bruto generado por las provincias petroleras. Para la región patagónica la cifra se eleva al 21,5%, y su relevancia crece a nivel provincial. Por citar un ejemplo, alcanza el 42,2% en la provincia de Neuquén.
La industria de los hidrocarburos representó en 2017 el 12,6% de la inversión total en el país, alcanzando los US$ 6289 millones ese año.
A nivel nacional la incidencia del sector en el empleo registrado privado es del 2 por ciento. Al sumar el empleo indirecto, las estimaciones varían entre 3 y 11 puestos indirectos por cada puesto directo del sector, dando así una contribución mucho más amplia que, para el caso de la Patagonia, podría alcanzar el 30 por ciento.
A nivel nacional, el sector aportó el 5,5% de la recaudación total, en 2017. El impacto se aprecia con más fuerza a nivel provincial. Por ejemplo, en 2017 el peso del pago de regalías e ingresos brutos por la extracción de hidrocarburos en Neuquén se situó en el 34% del total tributario; en Chubut, en un 28 %, al igual que en Santa Cruz (28 % también).
La matriz energética nacional incluye también la balanza comercial energética, que evidencia un saldo negativo en los últimos años (US$ 1253 millones en 2017); es decir, las importaciones superan a las exportaciones. El potencial de desarrollo de Vaca Muerta representa una gran oportunidad para revertir esa tendencia y hacer un aporte a la balanza comercial.
1 IPIECA, “Mapping the oil & gas energy to the SDG: An Atlas”, 2017.
2 IPIECA
3 Se considera “energía primaria” a aquella disponible en la naturaleza, antes de ser transformada o convertida. Ejemplo de ello son el petróleo crudo, el cabrón mineral, la energía solar y la energía del viento. Ejemplos de “energía secundaria”, en cambio, pueden ser la electricidad o el gasoil, por citar algunos.
4 Un escenario energético es un ejercicio que analiza tendencias y comportamientos en el consumo de energía a futuro.
5 Para la industria de los hidrocarburos “no convencional” es, simplemente, lo contrario a “convencional” y abarca una serie de recursos diversos, entre ellos shale gas, shale oil, tight gas, gas en lechos de metano, petróleos ultrapesados, hidratos de metano, etc. En la Argentina la mención a los recursos “no convencionales” suele hacer referencia a recursos alojados en formaciones de baja permeabilidad (tight) o de nula permeabilidad (shale), frente al considerado “convencional”, caracterizado por formaciones de mayor permeabilidad.
6 “Shale gas” refiere a recursos de gas alojados en formaciones shel, impermeables. “Shale oil” refiere a petróleo alojado en formaciones no convencionales shale. Vaca Muerta, por caso, es una formación shale.
EL PROCESO DE LA INDUSTRIA DE PETRÓLEO Y GAS
CONTRIBUCIÓN DEL SECTOR EN LOS ODS A LO LARGO DE LA CADENA DE VALOR
Por su peso en el desarrollo del país y en las economías regionales, la contribución del sector a la Agenda 2030, resulta significativa tanto de forma directa como indirecta, y ya sea en virtud de la incorporación de la sustentabilidad en la estrategia del negocio, así como a partir de sus acciones más particulares de responsabilidad social empresarial.
La industria del petróleo y del gas a lo largo de toda su cadena de valor contribuye al desarrollo sustentable a través de la generación de empleos; el acceso a la energía, que posibilita la actividad económica y el desarrollo social; los aportes impositivos y otros tipos de rentas a los Estados; la investigación y desarrollo de tecnologías y nuevos productos; o la creación de infraestructura energética para abastecer el resto de los sectores productivos. Al mismo tiempo resultan relevantes la gestión que realiza para prevenir y mitigar los impactos de sus operaciones, priorizando la preservación del ambiente y la salud y la seguridad de los trabajadores. Así como las inversiones sociales realizadas en las comunidades en las que operan.
Al mismo tiempo, muchos de los desafíos que plantean las metas de los ODS no sólo van más allá de las capacidades individuales de las empresas sino que impulsan a un nuevo análisis que permita entender de manera más cabal las oportunidades de contribución. Interactuar y trabajar en conjunto con los grupos de interés fortalece la capacidad de las empresas de petróleo y gas de asignar de manera más eficiente sus recursos o de poner en marcha recursos adicionales que permitan lograr un mayor impacto.
Precisamente, a través del proceso llevado adelante con la herramienta del WBCSD, el sector de petróleo y gas de la Argentina explora y analiza de qué manera la colaboración sectorial puede maximizar la contribución empresarial respecto de los ODS.
El primer paso en este sentido, fue entender la posición actual de la Industria. Por esto, siguiendo las cinco categorías del documento de Naciones Unidas, “Transformar nuestro mundo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”1 se identificaron las siguientes acciones concretas que, entre otras, ya se encuentran en marcha.
1 https://unctad.org/meetings/es/SessionalDocumentsares70d1_es.pdf
Instituto Argentino del Petróleo y del Gas
Maipú 639 (C1006ACG) - Tel: (54 11) 5277 IAPG (4274)
Buenos Aires - Argentina